Pero existen muchas otras que solo te atañen a tí. En estas es donde debes prestar más atención porque de ello va a depender en buena medida que triunfes o fracases como emprendedor.
¿Quieres saber las 10 claves a tener en cuenta? Continua leyendo:
1. Planifica tu día la noche anterior
Es muy simple y efectivo. Cada noche, dedica cinco minutos a identificar las tareas que quieres llevar a cabo al día siguiente, y señala las que son realmente importante. De esta manera activas y preparas tu subconsciente para la actividad del día siguiente.
2. Bloquea tiempos de trabajo sin interrupciones
Necesitas centrarte en el desarrollo de tu empresa, y una parte de tu día debería estar dedicada a hacer el trabajo, sin contemplaciones. Sin gente interrumpiendo, sin llamadas, sin Twitter, sin emails… Bloquea unas horas del día para trabajar de esta manera (la técnica Pomodoro te puede ayudar bastante). Puedes hacer más cosas en dos horas de trabajo concentrado e ininterrumpido que en una jornada laboral de ocho horas.
3. Encara primero la tarea más importante del día
Antes de hacer cualquier otra cosa, empieza por enfrentarte a la tarea más importante del día — la que producirá un mayor impacto en tu progreso — por complicada que ésta sea. Si es compleja, seguramente no la terminarás en un par de horas y tendrás que alternarla con otras actividades, pero ya la has empezado. Has roto la resistencia, la bola está rodando…
4. Aprovecha los tiempos muertos
Cuando estás emprendiendo tienes que moverte mucho. Necesitas conocer gente y buscar soluciones a los múltiples problemas que van apareciendo. Y se producen muchos tiempos muertos que puedes aprovechar para planificar proyectos, diseñar soluciones o simplemente leer información relevante que vas a necesitar. Lleva siempre una libreta contigo y, si prevees algún tiempo muerto largo, llévate también tu portátil o tu tablet.
5. Utiliza formas eficientes de comunicación
Las comunicaciones que se utilizan en tiempo real y simultáneamente entre los interlocutores, como las llamadas telefónicas o las conversaciones, son difíciles de gestionar y se suelen derivar en distracciones habituales. Utiliza principalmente medios de comunicación asíncronos, como el email, donde las respuestas no tiene por qué ser inmediatas. Sobre todo, evita las reuniones. De esta manera, te puedes concentrar en tu trabajo y gestionar todas tus comunicaciones en el momento del día que consideres más adecuado.
6. Haz ejercicio
Hay estudios que sugieren que el ejercicio físico ayuda a eliminar el estrés y favorece la productividad. Las endorfinas generadas producen una gran sensación de bienestar, lo que aumenta tu capacidad de concentración. Además de mantenerte en forma, al hacer deporte ayudas a tu empresa.
7. Busca gente
No puedes hacerlo todo tú solo. Además, hay cosas que es preferible que hagan otros. Delega o externaliza las pequeñas tareas que consumen mucho tiempo, no te aportan satisfacción, o requieren una mayor habilidad de la que tú tienes en ese campo. Busca socios, mentores, colegas… La información que te aporta alguien que ya ha pasado por una experiencia similar puede ahorrarte mucho tiempo.
8. Utiliza un sistema específico para organizarte
Deja de apuntar las tareas en un papel, como si fuera la lista de la compra, o peor aún, de tenerlo todo en tu cabeza. En serio. Necesitas una metodología que te permita estar organizado, avanzar todos tus proyectos y tratar con los diferentes compromisos que tienes en cada una de tus áreas de responsabilidad. Aprende los principios básicos de GTD y utilízalo en tu día a día.
9. Planifica tiempo para actividades que no tengan nada que ver con el trabajo
Para ser productivo, tan importante es trabajar cuando hay que trabajar como lo es descansar, distraerse y divertirse cuando no hay que trabajar. Si no, acabarás quemado. Necesitas renovar tu energía para estar fresco y con ganas de trabajar cada mañana. Dedica un par de días a la semana para hacer cosas distintas al trabajo, pensar en otras cosas y generar nuevas ideas.
10. Reserva tiempo para pensar en el largo plazo
Es muy importante no perder de vista tu visión, el motivo de tu emprendimiento. A veces, el día a día te puede y terminas haciendo cosas que te mantienen ocupado pero no producen ningún impacto en la empresa (y eso es justo lo contrario a ser productivo). Para evitar que esto ocurra, dedica al menos un día al mes a reflexionar sobre el progreso que estás logrando en tus objetivos a largo plazo.
Desde Cursos de Motivación y Coaching agradecemos a Francisco Sáez por escribir y compartir con nosotros este artículo.
Francisco Sáez es el fundador y CEO de FacileThings, una aplicación en la nube que pretende ser una referencia de productividad para los fans de GTD. Puedes seguirle en Twitter y en el mismo blog de FacileThings.
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